El servicio meteorológico dirá que el domingo a la mañana reinaron las nubes, pero lo cierto es que en el gimnasio de la UBA el equipo masculino de Derecho volvió a brillar con luz propia y retomó la senda del triunfo al derrotar a su par de Veterinaria por 24-9. El detalle de los hechos, a continuación.
Jodido levantarse el domingo. Frío, nubes, amenaza de lluvia, las tenía todas para ser un domingo dedicado a mirar DVDs conseguidos vaya uno a saber cómo metido en casita. Pero no, el deber llamaba y era hora de cambiar el cuarto de casa por los cuartos de final del Interfacultades. Del otro lado esperaba Veterinaria, un equipo debutante que había demostrado ráfagas de buen handball y que intentaría aprovecharse de un alicaído Derecho.
No fueron de la partida este domingo Gonza ni Mati, pero el resto estuvo firme como rulo de estatua. Comenzado el encuentro, Derecho transformó la bronca, impotencia y, por qué no, tristeza del domingo anterior por lo que mejor le sale: jugar al handball. Y así, jugando pero en serio, Derecho se adueñó del partido de punta a punta. En el primer tiempo volvieron todas esas cosas que nos hicieron estar donde estamos: Firmeza en la defensa, coordinación en los pases, paciencia a la hora de atacar y encontrar los espacios y una definición digna de un LCD. Hubo robos de balón al por mayor, fantasías animadas hechas handball, pases magistrales y todo lo que tu médico te recomendó. 11-2 terminó el primer parcial y el equipo prometía más.
En el segundo tiempo aflojamos un poco en la marca y permitió que los chicos de Veterinaria se animen más e intenten achicar diferencias pero, señores, el campeón en ejercicio sacó a relucir las copas y empezó a liquidar el entuerto con una eficacia pocas veces vista. Así como el domingo anterior no nos salió una, en este nos salían todas. Se notó que el equipo estaba concentrado, pero por sobre todas las cosas que volvimos a disfrutar de estar jugando un domingo a la mañana. Volvió la alegría. Volvió el handball. Volvió Derecho a demostrar de lo que está hecho.
Luminarias:
Adiós 1: Lucas, nuestro croissant preferido, se nos va para París y no a asesinar una cigüeña precisamente. Se va a desparramar grossor por los Campos Elíseos, a demostrarle a los amantes del perfume y enemigos del aseo que en Argentina tenemos pasta para el handball. Arrevoi, mes amí! A pesar de los pocos partidos compartidos, se lo va a extrañar. Mucha suerte en la tierra de Zidane!
Adiós 2?: Diego Tula anunció que éste sería su último torneo con la camiseta de Derecho. En un escueto comunicado lanzado vía mail, el jugador que el pasado domingo dió muestras de una efectividad del 100% en ejecución de penales, le comunicó a sus compañeros de equipo que estos serían los últimos partidos con la bordó en el pecho. Esperemos que el tiempo no le de la razón y que no nos prive de su participación en el equipo.
Bienvenida: Visto y considerando que la situación lo merecía, Leonel fue iniciado como lo ameritan las Sagradas Escrituras mediante el milenario ritual de la morca. Bienvenido al clan!
No fueron de la partida este domingo Gonza ni Mati, pero el resto estuvo firme como rulo de estatua. Comenzado el encuentro, Derecho transformó la bronca, impotencia y, por qué no, tristeza del domingo anterior por lo que mejor le sale: jugar al handball. Y así, jugando pero en serio, Derecho se adueñó del partido de punta a punta. En el primer tiempo volvieron todas esas cosas que nos hicieron estar donde estamos: Firmeza en la defensa, coordinación en los pases, paciencia a la hora de atacar y encontrar los espacios y una definición digna de un LCD. Hubo robos de balón al por mayor, fantasías animadas hechas handball, pases magistrales y todo lo que tu médico te recomendó. 11-2 terminó el primer parcial y el equipo prometía más.
En el segundo tiempo aflojamos un poco en la marca y permitió que los chicos de Veterinaria se animen más e intenten achicar diferencias pero, señores, el campeón en ejercicio sacó a relucir las copas y empezó a liquidar el entuerto con una eficacia pocas veces vista. Así como el domingo anterior no nos salió una, en este nos salían todas. Se notó que el equipo estaba concentrado, pero por sobre todas las cosas que volvimos a disfrutar de estar jugando un domingo a la mañana. Volvió la alegría. Volvió el handball. Volvió Derecho a demostrar de lo que está hecho.
Luminarias:
Adiós 1: Lucas, nuestro croissant preferido, se nos va para París y no a asesinar una cigüeña precisamente. Se va a desparramar grossor por los Campos Elíseos, a demostrarle a los amantes del perfume y enemigos del aseo que en Argentina tenemos pasta para el handball. Arrevoi, mes amí! A pesar de los pocos partidos compartidos, se lo va a extrañar. Mucha suerte en la tierra de Zidane!
Adiós 2?: Diego Tula anunció que éste sería su último torneo con la camiseta de Derecho. En un escueto comunicado lanzado vía mail, el jugador que el pasado domingo dió muestras de una efectividad del 100% en ejecución de penales, le comunicó a sus compañeros de equipo que estos serían los últimos partidos con la bordó en el pecho. Esperemos que el tiempo no le de la razón y que no nos prive de su participación en el equipo.
Bienvenida: Visto y considerando que la situación lo merecía, Leonel fue iniciado como lo ameritan las Sagradas Escrituras mediante el milenario ritual de la morca. Bienvenido al clan!
1 comentario:
Muchachos, perdonen pero la gripe me dejo en boxes.....cómo es eso que morcaron al rookie sin mi!!! voto porque arranquemos la ronda de "refuerzo" de las morcas por si no prendieron bien....
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