lunes, 22 de septiembre de 2008

Domingo 21/9: Otra final a puro corazón

Para variar, el día de la primavera pintaba más para el DVD en casa que para el asadito en el parque. Frío, nublado, costaba despegarse de la camucha a las 7 de la matina...Pero la cita era inevitable: La semi que todos querían jugar se corporizaba en el gimnasio de Ciudad.

Pocas veces un equipo llegó tan motivado a esta instancia. Quizá por enfrentar al único rival que le hizo besar la lona con justicia durante la fase regular, quizá porque tenía el sabor de alguna que otra despedida, lo cierto es que la concentración estaba focalizada en un sólo objetivo: Ganar. Fuimos todos, menos Martín que es un jugador de handball que trabaja de otra cosa y tuvo que cumplir con quienes le pagan el sueldo, pero el resto estuvo tempranito para hacer una buena entrada en calor. El reloj marcaba la hora señalada y ya estaba todo dicho, la pelota empezaría a picar y sería el turno de los actos, el de las palabras ya no tenía más cabida.

El partido empezó como se esperaba, con un ida y vuelta y un gol por gol hasta más o menos la mitad del primer tiempo. Aparecieron las atajadas, la defensa firme , los robos de pelota y el ataque efectivo que empezó a ensanchar la grieta entre un equipo y otro. Derecho no era el mismo que había sido en el partido anterior, o mejor dicho, en el partido anterior contra Exactas Derecho no había sido Derecho. Volvió la marca, volvió la eficacia en ataque, volvió el aliento mutuo, se despertó el campeón en ejercicio. Mire si habremos venido envalentonados que hasta yo me animé y rompí el maleficio de los penales atajando uno, que algunos dicen que fue clave, cuando Exactas se animaba a acercarse en el marcador. Así las cosas, el primer tiempo nos encontró 10-5 arriba y con todas las ganas de no aflojarle a la rienda.

Al comienzo del segundo, Exactas salió a quemar las naves, cambió las marcas y el partido entró en un terreno vertiginoso. Una sumatoria de goles errados, contras en contra, valga la redundancia, y exclusiones fueron complicando un poquito las cosas. Pero ahí estaban ellos, para ponerles el cuerpo. Los nervios se hacían un festín a lo largo y a lo ancho del gimnasio. Pero a pesar de los buenos vientos que agrandabana a Exactas, la llama eterna de Derecho no se dejó apagar tan fácilmente. Si había que correr, se corría, si había que frenar ataques, rivales se lo hacía con el alma, si había que pelear una pelota se dejaba el corazón. Ambos equipos dejaron todo en estos últimos 20 minutos que parecían siglos, hasta que el pitido final dictaminó que tanta lucha había valido la pena. Que Derecho volvía a la final. Que el campeón sigue más vivo que nunca.

Parroquiales
Mención especial "Me subo al avión en un suspendido":
Luquitas, a pesar de viajar a las 5 de la tarde para Toulouse, vino y le puso el lomo al equipo. El wing ya extraña sus remates...La mejor de las suertes en las tierras de Zidane.
Mención especial "Yo te banco": Para los chicos que, a pesar de no haber jugado un segundo en cancha, vivieron el partido desde afuera como si estuvieran adentro, sin dejar de alentar a los que le ponían el cuerpo para lograr la clasificación. La final también es mérito de todos ustedes.
Dedicatoria especial: Hace más de un mes mi abuela dejó el cuerpo en el Chaco y anda dando vueltas por el éter. Ayer era su cumpleaños, el primero en el cual no pude saludarla. El triunfo quiero dedicárselo a ella, que nunca me pudo ver jugar por la distancia, pero que ayer estuvo más cerca que nunca.

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