domingo, 9 de agosto de 2009

Domingo 9/8 Un triunfo de Primera

Luego del parate obligado por la Gripe A, Derecho mostró los mejores anticuerpos y derrotó a Ingeniería por un inapelable 20-13. Detalles de un retorno con gloria, a continuación.



Si algo había en la previa, eran dudas. Que cuántos vendrían, que cómo volveríamos después de 2 meses de no picar una pelota, de como podía asimilar el equipo una semana difícil a causa de del dolor de uno compartido por todos, porque así como cuando ganamos ganamos todos, cuando la pasamos mal, el mal trago se pasa mejor acompañado. Ante tal panorama, empezaron las primeras sonrisas: Después de mucho tiempo, volvieron al primer equipo Gonza, que el primer partido no pudo estar y Facu, quien había amagado con el retiro pero vino a poner el hombro. Pero creo que sin lugar a dudas el alegrón de la mañana fue ver a Mati quien, a pesar de la enorme pérdida sufrida, vino a ponerle todo a La Número 8 desde el tablón, con Augusto como segunda voz que se sale de la vaina por decirle a esa rodilla que se deje de joder y que pueda volver a calzarse los cortos.

Del otro lado, el equipo de Ingeniería se mostraba reforzado, lejos de la formación que se viera en la primera fecha y más cercana a la que suele presentar en los play off. Se ve que para ellos también enfrentarse con nosotros tiene un sabor especial. Cuánto mejor. Nosotros no tendrízamos jugadores de Primera o con roce internacional en la formación, pero éramos los mismos de siempre, en un momento bastante especial, poniéndole el alma al receso, a las bajas, a los dolores tanto musculares como espirituales. Como siempre, bah.
El arranque puso en evidencia que el parate de dos meses nos afectó a todos. Pases errados, tiros lejanos al arco, lentitud en la reacción, fueron visitante ilustre en la cancha de Ciudad. Y el arranque mostró mejor parado a Ingeniería, quienes abrieron el marcador medianto un tiro de 7 metros y durante todo el primer tiempo mantuvieron una ventaja sobre nuestro equipo de hasta 2 goles. Los palos nos ahogaban el grito ya sea penetrando o desde el punto penal, yla figura del arquero contrario se agrandaba cada vez más, llegando a tapar dos tiros consecutivos desde los extremos en el mejor momento de Ingeniería. Así las cosas, el primer tiempo finalizó con una diferencia en su favor de un gol.
El entretiempo express (cosas de la reprogramación, parece que los jugadores de handball nos recuperamos más rápdio que la media y en dos minutos podemos estar joya para 25 más...) sirvió para clarificar algunos conceptos, pero con la convicción de que veníamos haciendo las cosas bien. Así salimos a encarar el primer tiempo, con la tribuna de fondo, y con ganas de dar vuelta la historia. El arranque fue gol por gol, hasta que la defensa empezó a hacer lo que mejor sabe, Jaguar robando pelotas y siguiendo a Buceta hasta abajo de la cama, Martín haciéndole sentir los 2 metros a todo aquel que lo encarara, Juanjo mostrando que por la punta, sin dolor, no se pasa. Así fue como Ingeniería fue chocando, perdiendo el balón en ataque y las contras de Derecho fueron mortales. Ricky, el morcado de la semana, estuvo intratable, Facu volvió y fue como si nunca se hubiera ido. Hasta yo atajé un penal! Y así la diferencia que arrancó en contra, lentamente fue girando de dueño y se fue ensanchando, hasta el final que dejó un 20-13 en favor de derecho que no admitió discusión alguna.
El final nos encontró abrazados, quizá el festejo pareciera exagerado para el foráneo, pero había mucho contenido, mucho tiempo sin jugar, muchos momentos oscuros, y la humildad de siempre para hacerle frente a todo esto. Yo, por lo pronto, me fui contento porque pudimos devolverle la alegría a alguien que realmente lo necesitaba, independientemente del rival de enfrente. Porque eso es Derecho, poner cuando hay que poner, estar cuando hay que estar, siempre los mismos anónimos. Con que nos conozcamos entre nosotros, nos basta y sobra.

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