lunes, 24 de agosto de 2009

Domingo 23/08: Con el overol puesto

A veces se habla de que a un equipo lo arman sus nombres, esos que uno puede acordarse casi de memoria y puede recitar cual poema de Neruda una noche donde la chica se pone en modo adoquín y hay que ablandarla a base de dulzura. Con Derecho muchos piensan que era lo mismo, que lo importante son los nombres, pero una vez más, adentro de la cancha, se demostró que el equipo es un equipo de hombres, que no importa quién se calce la camiseta, el que se la pone deja todo para ganar.
Otro domingo más en el que Derecho comenzaba una ¿madrugada? padeciendo el mal de las ausencias: En la semana Martín avisó que no podía venir por temas familiares, y de Hammy nos enteramos de una lesión que lo va a marginar por varias semanas. Sebas y Augusto están de viaje, uno representando al país como árbitro, el otro representandonos como turista, que no es poco. El domingo pintaba para "Bueeeeeno, hoy nos toca laburarla lindo!" Pero eso señores, como casi siempre, no era todo. Llegada la hora del match, pocos eran los asistentes y mayores las ausencias: A las ya mencionadas, se le sumaron la del capitanazo Mariano y la de Jaguar, por motivos que aún se desconocen y esperamos no sean de gravedad.
Por suerte, los chicos nuevos estaban: Los dos Rickis y Germán. De los históricos estaban Juanjo y el recientemente recuperado Facu y de la categoría "nuevos, pero con un torneo de antiguëdad" estaban Leonel y Lucas. Ah, y yo que caí medio tarde. Era la hora de revalidar para algunos y de demostrar para otros que estaban a la altura del bicampeón. No iba a ser una tarea sencilla.
Con este panorama, Néstor salió a improvisar: Ricky "Pastore" y Germán de pivots, una posición en la que no estaban acostumbrados a jugar. A mi me puso de capitán, una posición a la que no estoy ni genéticamente diseñado para portar, mucho menos para merecer. Por lo menos, gané el sorteo, que no es poco...
Y así arrancamos, un poco desorientados, bastante fríos pero con la voluntad de siempre. Lo que no alcanzó en un principio, ya que arrancamos perdiendo por 2 tantos y errando un penal. Panorama negro, que le dicen...Los nervios no jugaban a favor y hasta el perro de Ciudad se veía con más confianza que nosotros. Pero, quizá emanada de la camiseta, quizá materializada por el azar o simplemente por amor propio, la voluntad fue aumentando poco a poco las probabilidades de Derecho sobre Económicas.
Los tiros que iban afuera o eran hábilmentes despejados por el buen arquero de Eco empezaba a canjearse por gol. Yo empezaba a encontrarme con una que otra pelota, incluso hasta atajé un penal (3º en tres partidos, cierren todo, nos vamos a la mierda!) y Derecho, con otros nombres, volvía a ser Derecho. Esa ventaja de 2 en contra se volvió de uno a favor al finalizar el primer tiempo.
El segundo arrancó favorable con una ventaja de 2 en nuestro favor, pero volvieron las imprecisiones en ataque que se tradujeron en furibundos contragolpes que la gente de Eco empezó a canjear por gol como quien junta 5 tapitas de Coca y pide otra retornable. Derecho parecía en oferta, pero no señores, no estaba entregado. Empezó aparecer la potencia goleadora en Ricki y Facu, la velocidad para recuperar en Leonel y en Lucas, el fair play que siempre caracteriza a Juanjo (?) y el aporte entrerriano de el otro Ricky y de Germán que, lejos de amilanarse por el puesto a estrenar, se mostraron enchufadísimos, incluso el Ricky alto aprovechó un descanso de la defensa y metió precioso gol de avivadita en tiro libre. Beshesa!
Y así, como quien traba con la cabeza, como quien tiene en el Facebook a Blas Armando Giunta y al Patrón Bermudez como amigos, Derecho puso todo sobre la mesa y mantuvo el invicto. en un ajustado 15-13. Fue duro, trabado, sin concesiones de ambos lados, sin que sobrara nada, un partido digno de volver a verse, pero con algo en claro: En Derecho no hay titulares y suplentes, en Derecho juegan todos, porque todos juegan para Derecho. A pesar de las lesiones, las ausencias, los viajes, los palos recibidos, la policía y la Gripe A, seguimos aguantando los trapos con los que estamos. Con eso, ya tenemos de sobra.

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