En el marco de la Fiesta del Deporte celebrada el pasado 15 de Diciembre, se hizo entrega de los premios Interfacultades del 2007. Y, por supuesto, la gente de Handball Derecho dijo presente una vez más, aunque esta vez, no fue una más: Para sorpresa de muchos, este año la parte de Deportes de la Universidad de Buenos Aires asombró a medio mundo con una organización digna de los Olimpia (?), con tribunas habilitadas, pantalla gigante (en donde se iban proyectando las imágenes de los ganadores), conducción, sorteos y hasta con la presencia del rector de la Universidad, el Dr. Hallú, que fue recibido con bombos y platillos por la platea (????).
Todo venía en un clima de tranquilidad, propio de un sábado a la noche (?), cuando, a segundos de inciar la entrega de los premios, el conductor del evento (que, gracias a Dios, no fueron ni Giordano ni Marley) anunció que, una vez nombrados los equipos, quienes subirían a recibir la copa y las medallas eran los técnicos y capitanes de los equipos solamente. Esta medida fue tomada de muy buen agrado por la concurrencia, que le regaló chiflidos a la organización. Pero, como somos todos buenos deportistas y ante todo lo que prima es el reglamento, nos ceñimos a él: Por ello, ni bien la gente campeona de Basket irrumpió en el escenario con su equipo en pleno, surgió una voz (si, la mía) que dijo "sentaron jurisprudencia!" Y, como bien saben, la jurisprudencia es una de las fuentes del Derecho, quizá una de las más importantes, porque acercan la dura ley con una realidad cada vez más flexible y fue así que las chicas no sólo subieron todas las que estaban (que eran 3: VicKy, vale y Inés), sino que hicieron subir a la psicóloga del equipo, a la repostera que tantas tortas de naranja regaló en varios partidos, o sea a mi señora. Y bueno, los varones subimos todos, sólo nos faltó Lenci que no pudo por estar de viaje y el señor Tula que no pudo hacer el viaje hasta el gimnasio porque el cuerpo se negaba. Fue así como al recibir el trofeop, estalló el escenario al grito de "Dale campeón, dale campeón!", lo que se tradujo en aplausos por parte de la tribuna toda.
Bajo el escenario se sucedieron los besos, los abrazos, las fotos, todas con un común denominador: Los trofeos de ambos campeonatos. Un premio más que merecido para dos equipos que este año demostraron que el trabajo en equipo, el compañerismo y la amistad interequipos sólo puede traer aparejados buenos resultados. Salud, entonces campeones! Que ya descubrimos que las copas son huecas y vienen con la tapa a rosca, así que traiga espumante, mi amigo! Que copas sobran! Y coqueras, también!!! (para vos, Mati!).
Todo venía en un clima de tranquilidad, propio de un sábado a la noche (?), cuando, a segundos de inciar la entrega de los premios, el conductor del evento (que, gracias a Dios, no fueron ni Giordano ni Marley) anunció que, una vez nombrados los equipos, quienes subirían a recibir la copa y las medallas eran los técnicos y capitanes de los equipos solamente. Esta medida fue tomada de muy buen agrado por la concurrencia, que le regaló chiflidos a la organización. Pero, como somos todos buenos deportistas y ante todo lo que prima es el reglamento, nos ceñimos a él: Por ello, ni bien la gente campeona de Basket irrumpió en el escenario con su equipo en pleno, surgió una voz (si, la mía) que dijo "sentaron jurisprudencia!" Y, como bien saben, la jurisprudencia es una de las fuentes del Derecho, quizá una de las más importantes, porque acercan la dura ley con una realidad cada vez más flexible y fue así que las chicas no sólo subieron todas las que estaban (que eran 3: VicKy, vale y Inés), sino que hicieron subir a la psicóloga del equipo, a la repostera que tantas tortas de naranja regaló en varios partidos, o sea a mi señora. Y bueno, los varones subimos todos, sólo nos faltó Lenci que no pudo por estar de viaje y el señor Tula que no pudo hacer el viaje hasta el gimnasio porque el cuerpo se negaba. Fue así como al recibir el trofeop, estalló el escenario al grito de "Dale campeón, dale campeón!", lo que se tradujo en aplausos por parte de la tribuna toda.
Bajo el escenario se sucedieron los besos, los abrazos, las fotos, todas con un común denominador: Los trofeos de ambos campeonatos. Un premio más que merecido para dos equipos que este año demostraron que el trabajo en equipo, el compañerismo y la amistad interequipos sólo puede traer aparejados buenos resultados. Salud, entonces campeones! Que ya descubrimos que las copas son huecas y vienen con la tapa a rosca, así que traiga espumante, mi amigo! Que copas sobran! Y coqueras, también!!! (para vos, Mati!).
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